Uno de tus peores enemigos

Emprendedora sin miedo

No te preocupes, mientras esté aquí nada te pasará, te haré sentir segura, te mantendré protegida. Como parte del trato solo te pido que dejes tus sueños y todo aquello que se salga de lo que ya conocemos, todo aquello que sea nuevo o suponga un cambio, aunque éste sea para bien.  ¿Aceptas?  -El miedo

Me encanta saber que hay gente detrás de la pantalla cuando escribes un post, me gusta saber que hay personas tan reales y auténticas como, por desgracia también, lo son sus preocupaciones, inseguridades y dificultades para conseguir sus sueños. La semana pasada me llegaron varias respuestas de un formulario que hice y que me tocaron la fibra.

Me tocó la fibra porque eran mensajes donde había un deseo tremendo por crear, por disfrutar de aquello que a uno le apasiona, por mostrarse capaz y orgullosa de generar un proyecto propio. Pero junto a esas palabras cargadas de ilusión también había miedos, inseguridades, falta de confianza. ¿Pero, sabes qué? Me puso muy feliz, me puso feliz porque esas personas saben cuáles son sus puntos débiles y cuando tienes los tienes identificados, si quieres atacarlos, puedes.

Cuando alguien tiene éxito le preguntan cómo lo ha conseguido y normalmente suele contestar con acciones o estrategias que han funcionado. Nadie le pregunta por sus cagadas o aprendizajes. No me gusta la palabra fracaso. Un fracaso para mí solo se da cuando después de un tropiezo no has extraído una lección, si no, es un aprendizaje y éstos son totalmente necesarios para el éxito, realmente son parte de él.

El éxito es ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo
— Winston Churchill

Casi todo el mundo (por no decir todos) tiene miedo e inseguridad cuando empieza un proyecto. Es parte del proceso, la diferencia es que unos se dejan paralizar por la falta de certidumbre y confianza y otros toman acción.

Los que no la toman, siempre se preguntarán qué hubiera sido si… y vivirán con esa espinita hasta que un día decidan quitársela si es que lo hacen.

Tomar acción no es sinónimo de lanzarse y dejarlo todo, tomar acción es ir dando pequeños pasos que te acerquen a lo que quieres conseguir.
Piensa en grande, los límites de lo que quieres conseguir los pones tú. Muchas veces nuestras creencias y pensamientos son nuestros propios frenos. Si  tú piensas que no puedes hacer algo, créeme, no lo conseguirás y no porque no puedas, sino porque piensas que no puedes.

El miedo es una respuesta natural ante lo desconocido. Cuando sientes que algo malo/peligrosos puede pasar se nos enciende una pequeña alerta interna que nos avisa de que hay una probabilidad de que eso ocurra e intenta protegernos y alejarnos a toda costa de esa situación por si no fuéramos ‘capaces’ de enfrentarnos a ella.

¿Y a qué tenemos miedo?

Miedo al fracaso
Sí, está ahí y equivocarse es una posibilidad. La clave está en el enfoque y en ver, como hemos hablado antes, el fracaso como un aprendizaje que te hace más sabio y te acerca al éxito.

La pasión triunfa sobre el miedo y cuando te enfocas en tu sueño (y no en tus miedos), vas a cambiar la duda por el impulso de seguir a tu deseo.
— Cecilia Caferri

Miedo al qué pensarán de mí y falta de seguridad
No a todo el mundo le vas a gustar ni a todo el mundo le va a gustar lo que haces (familiares y amigos incluidos) y está bien. Pero, no es en ellos en los que te tienes que enfocar sino en todos aquellos que (aunque aún no lo sepan) están esperando tu mensaje, tus creaciones, personas que se pueden beneficiar de lo que tú tienes que aportar. Y me da igual si sientes que hay cien mil como tú. No los hay, porque si te permites ser auténtica solo hay un tú y eso es lo que te hace diferente. Esta vida es tuya y te pertenece, tú eliges qué quieres hacer y en quién te quieres convertir.

¿Qué podemos hacer?

Rodéate de gente positiva y de personas que estén en una situación parecida a la tuya o que estén algunos pasos por delante, su apoyo y experiencia es oro puro.

Cero tolerancia al auto-sabotaje: ponle freno a tus charlas internas y pensamientos tóxicos. Si no te aportan nada y encima te limitan, ¿para qué los necesitas?

Cuando empiezas un proyecto sin pretenderlo ni buscarlo también inicias un viaje a tu interior, sacas lo mejor y lo peor de ti y descubres que eres capaz de mucho más de lo que jamás habías pensado si tan sólo te lo permites. Si no encuentras tu propósito o tu pasión, lucha por encontrarlo. Si ya tienes una inquietud empieza a construir su camino para que pueda materializarse y si ya te has lanzado cree en ti y sigue dando pequeños pasos que te acerquen a alcanzar lo que quieres.

El fracaso más grande es nunca haberlo intentado
— Proverbio Chino

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