Fase soñadora

Tienes una idea o por lo menos te pica el gusanillo de emprender.
Puede que tengas otro trabajo y sueñes con una vida diferente o simplemente sientes la necesidad de sentirte realizada mientras creas un impacto positivo en la vida de las personas.
El deseo de emprender se mezcla con la realidad en la que te encuentras donde te vestotalmente perdida y no sabes por dónde empezar. y tienes a dos ‘compañeros’ que les cuesta despegarse de tus pensamientos: el miedo al fracaso y la inseguridad de ser capaz. Si además de esto le sumas la falta de claridad y en ocasiones la falta de apoyo del entorno.

La buena noticia:

Todos empezado por esta fase, así que enhorabuena, estás en el lugar correcto.

¿El problema?

Los miedos, las inseguridades, las excusas que nos ponemos pueden llevarnos a pasar más tiempo del necesario en esta fase soñadora. Acabas dando vuelta a pensamientos que ocupan un espacio y terminas frustrada, agobiada, insegura y con menos claridad aún. Como sigues teniendo esa inquietud interna y sigues consumiendo información, intentas buscar inspiración y te fijas en personas que ya están donde quieres estar y lo único que consigues es alimentar la frustración.

Lo triste es que gran mayoría no pasa de esta fase y por lo tanto nunca llega a hacer nada por cumplir sus sueños.